LA HISTORIA: QUÉ VISITAR
Al sureste de la Colina Capitolina se encuentran los Foros Imperiales, el Arco del Triunfo y el Coliseo, anfiteatro de la Antigua Roma. El emperador Vespersiano comenzó su construcción, que fue culminada por su hijo Tito.
• Coliseo:
Monumento a la arquitectura propia de Roma, entraban allí hasta 60.000 personas. Todas ellas debían pasar por alguna de sus 80 puertas y atravesar sus decorados pasillos internos hasta llegar a las gradas, donde se ubicaban por jerarquías. Una vez comenzado el espectáculo y luego de las monerías circenses de los animales que participaban, tenían lugar los combates a muerte entre gladiadores.
Desde el exterior del monumento se pueden apreciar sus tres pisos de arcos clásicos, con columnas jónicas, dóricas y conrintias.
• Foro Romano:
La vida pública, el comercio, la religión y la administración de la justicia sucedían allí. En la actualidad se conservan las ruinas del Arco de Tito, que conmemora la victoria de Roma sobre Jerusalén; Templos como el de Severo Séptimo, Antonio y Faustina, Rómulo y Venus; La Curia, donde se tomaban decisiones políticas; la Columna de Foca, en honor al emperador Bizancio y algunas Basílicas. Cómo llegar: desde la Via Sacra, que lo conecta con el Coliseo.
• Capitolio:
Montaña sagrada de la Antigua Roma. En la cima se encuentra la Plaza del Capitolio, sede del gobierno municipal independiente del papado, quien también intervenía en la ciudad en ese entonces.
Cuando el emperador Carlos I visitó Roma en 1536, el Papa Pablo III Farnese quedó disconforme con el aspecto de la colina y encargó a Miguel Ángel que la rediseñara.
Actualmente reúne una gran cantidad de museos junto con tres imponentes palacios, entre los que se encuentra el de los Conservadores, sitio donde se hallan pinturas de Caravaggio, Tiziano y Tintoretto. Además, se suma la estatua de la famosa Loba Capitolina quien, según la historia, amamantó a Rómulo y Remo. En el Palacio Nuevo se exhiben la Venus Capitolina, el Discóbolo y el Gálata moribundo, esculturas que se suman a los bustos de los principales personajes de la Grecia antigua. La Plaza es el kilómetro cero de todas las rutas, igual que en la antigüedad.
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FE
Roma es conocida por ser el centro religioso del mundo, es por ello que sus Iglesias son de las más imponentes de todas.• Basílica de Santa María la Mayor:
Es la construcción más grande de Roma en honor a la Virgen María, erigida sobre un templo culto a la diosa Cibeles en el siglo IV, por órden del Papa Liberio quien, según la leyenda, recibió instrucciones de la Virgen sobre cómo edificarla. Durante un tiempo fue residencia temporal de los Papas, antes de instalarse completamente en el Vaticano. Es por eso que allí descansan los restos de Clemente VIII, Pablo V y san Pío V.
El templo reúne una amplia variedad de estilos arquitectónicos, testimoniando los períodos por los que fue pasando el are religioso a lo largo de la historia. Su estructura paleocristiana aún se conserva entre las restauraciones realizadas luego del terremoto de 1348. El campanario, los mosaicos y el suelo de mármol datan de la medievalidad. Las columnas jónicas proceden de la Antigua Roma, mientras que las pinturas del techo pertenecen al Renacimiento. Del período barroco se mantienen intactas las cúpulas y capillas interiores, junto con los significativos mosaicos del siglo V.
• Basílica de San Juan de Letrán:
Otro legado histórico romano, sede del catolicismo durante más de mil años. Surgió por órden de Constantino el Grande en el siglo IV y actualmente funciona como la Catedral de Roma. Desde allí el Papa da su bendición todos los Jueves Santo, rodeado de estatuas de Cristo y los santos que invitan a los fieles a cruzar sus puertas de bronce y recorrer su interior cubierto de mosaicos, enormes columnas y una particular decoración.
Para llegar a la Basílica de San Pedro se debe recorrer la Avenida de la Conciliación, edificada por Benito Mussolini en 1929 con motivo de la celebración de los Pactos de Letrán. Su longitud es de casi 500 metros en los cuales se conecta la Plaza de San Pedro con el Mausoleo de Adriano. Las veredas están bordeadas por plazoletas creadas para alinear el frente de los edificios que componen la avenida. La peculiar forma de iluminación constituye la típica postal de la Conciliación, con una especie de obeliscos enfilados apuntando hacia la plaza.
SAN PEDRO
Una vez en el interior de la Basílica de San Pedro los fieles pueden apreciar la sencillez con la que fue edificado, bajo el objetivo de alojar las cadenas con las que San Pedro fue encarcelado en Jerusalén. Las características de la Iglesia se ven representadas en su ezcasa decoración, diferente a todas las demás. Allí se encuentra el mausoleo del Papa Julio II, junto con la famosísima estatua de Moisés de Miguel Ángel. El modo de apreciarla también se distingue del resto de los templos religiosos, ya que se encuentra sumida en la oscuridad y se requiere de la donación de alguno de los fieles para que se ilumine.
Por otro lado, la Basílica de San Pedro Extramuros encabeza el podio de las mayores obras arquitectónicas de Roma. Es especial ya que en ella intervinieron los ciudadanos a lo largo de la historia, desde el pequeño santuario que levantaron sobre la tumba de San Pablo apóstol, hasta la gran basílica de la actualidad.
En su interior son pocos los espacios conservados de su orginario estilo medieval debido a un incendio producido en 1823. De todas formas es interesante para cualquier peregrino que la recorra apreciar sus enormes columnas de yeso y sus mosaicos dorados del siglo XIII, cercanos al candelabro principal y los retratos de los anteriores Papas, iluminando solamente al actual.
El exterior de la Iglesia alberga una grandísima estatua del santo rodeada por un bello jardín divisible desde un atrio de 150 columnas doradas; una de las postales más bellas de Roma. |
